Nataly Bravo, es una empresaria dedicada al negocio de la ferretería que maneja grandes almacenes en Chincha y Pisco. Para ella Víctor Matías era un viejo conocido que hace años se encargaba de los P.O.S. de sus negocios, así que nunca imaginó que la estafaría con casi un millón de soles. Una estafa que quedó registrada en las cámaras de seguridad de uno de sus almacenes.

Ingresa con polo blanco con el logo de la empresa, mascarilla negra y mochila, se acera a una vendedora, pero esta le dice que vaya hacia la caja. Su fachada era que venía a realizar un mantenimiento del equipo, pero en realidad su objetivo era cambiar el número de la cuenta de destino del dinero para que los pagos terminen en la cuenta de una de sus cómplices.

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Más de S/960 mil, producto del esfuerzo de esta empresaria se fueron directo a la cuenta de una mujer que nunca vio en su vida, identificada como Luisa Arias Rosario.

Pero Nataly no fue la única estafada, se puede ver a Víctor Matías nuevamente al ataque, ingresa a la cadena de pollerías Markys en Chincha, nuevamente con mascarilla para evitar ser reconocido, se agarra la cintura mientras espera mirando siempre para ambos lados.

Unos minutos después, recibe dos P.O.S. de parte de la cajera, y cambia la configuración. Pero no era la primera vez. Durante más de tres años logró desviar más de medio millón de soles de este negocio hacia una cuenta controlada por él mismo.

Tras la denuncia de la empresaria Nataly Bravo, la policía le siguió el rastro a Víctor Matías durante varios meses. Finalmente, con todas las evidencias recabadas, se decidió intervenir.

La primera en caer fue Luisa Arias Rosario. Pero cuando llegaron por Víctor Matías, ya había escapado.

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